Ingredientes: (para unas 3 personas, bien cenaos)
- Una pechuga de pollo entera.
- Cebollas.
- Champiñones (laminados, de lata).
- Mantequilla, unos 50grs.
- Un vaso de leche.
- Una cucharada pequeña de harina.
- Sal, pimienta, un toque de perejil y otro de tomillo.
Procedimiento:
- Echar el troncho de mantequilla en una cazuela. Ponerlo a fuego muy suavecito para que se deshaga.
- Picar cebolla (abundante, yo he usado una y media) y echarla a dorar a la mantequilla fundida.
- Cuando empiece a ponerse transparente, añadir los champis.Yo he usado dos latas pequeñas.
- Seguir dorando el material. Mientras, limpiar las pechugas (quitar esternón, grasa y huesillos si hay).
- Embadurnar las pechugas enteras con sal y pimienta en cantidad, y cortarlas en rodajas de un dedo de grosor.
- Echar la pechuga troceada a la cazuela con la mantequilla, la cebolla y los champis.
- Subir el fuego y dejar que el pollo se marque (o sea, que se ponga blanca por fuera, no que se haga entera) removiendo de vez en cuando.
- Mientras tanto, disolvemos la cucharadita de harina en el vaso de leche. Cuando la pechuga esté hecha por fuera, añadir el vaso de leche a la cazuela.
- Esperar a que empiece a hervir y bajar el fuego lo necesario para que no de mucha caña pero mantenga el hervor, removiendo con frecuencia, que se pega.
- Espolvorear un poco de perejil picado (para darle color) y un toquecito de tomillo o similar, al gusto.
- Esperar a que la salsa empiece a espesar (en nuestro caso unos 10 minutos) y ya está. (Trampa por si acaso: coger el trozo de pollo más gordo y darle un cortecito con un cuchillo para ver si está hecho).
Veredicto: está mejor la guarnición que el pollo.